Adentrándonos en la adolescencia
La adolescencia se inicia aproximadamente en torno a los 9-10 años, lo cual se considera aún preadolescencia hasta los 12-13, y suele terminar en torno a los 19 años. Aún así, el cerebro no acaba de desarrollarse hasta pasados los 25 años. Me encanta siempre contar con el enfoque de la neurociencia ya que nos ayuda a entender muchos de los comportamientos que suceden en cada etapa y los procesos por los que pasamos todas las personas.
Habitualmente se le da mucha importancia a la infancia, por todo lo que se está construyendo en la misma, pero una vez pasada, muchas veces nos olvidamos de seguir cuidando de manera tan consciente la relación con nuestros hijos, e incluso muchos, llegada la adolescencia, tiran la toalla pensando que ya no hay nada que hacer; pero esto no es así, siempre estamos a tiempo de rectificar. Aunque llevará más trabajo, sí se pueden conseguir cambios en la relación con nuestros hijos que nos permitan vivir esta etapa como algo maravilloso y sorprendente y no con el temor con el que se suele afrontar.
Aunque pueda no parecerlo, en esta etapa es clave que mostremos a nuestros hijos nuestro amor incondicional, nuestra aceptación sin juzgarlos, siendo esto último fundamental ya que, si se sienten juzgados, cerrarán automáticamente los canales de comunicación con nosotros.
Suceden cambios a muchos niveles, lo cual suele provocar inseguridades:
- Su cuerpo empieza a transformarse de niño a adulto, con grandes cambios que a veces gustan y muchas otras no.
- A nivel cerebral también hay un cambio grande, sobre todo a partir de los 14 años, que les lleva a querer asumir riesgos (se convierte casi en una necesidad) y descubrir nuevas cosas.
- Sexualmente es una de las etapas de mayor revolución hormonal.
- Ya no se sienten niños pero tampoco son adultos; tienen muchas ganas de hacer cosas pero no llegan a ser totalmente autosuficientes para llevarlas a cabo.
- Sus referentes ya no son sus padres, necesitan conocer otras opiniones, abrir su mente para ir construyendo una nueva persona, diferente e independiente de nosotros. De ahí muchas veces viene la inseguridad, el miedo y la rebeldía, la cual es normal y sana hasta cierto grado.
«Fundamental: Amor incondicional, Aceptación y No Juicio»
Espero que esta breve introducción de la adolescencia os pueda ayudar a entender mejor por qué vuestros hijos se comportan de determinada manera y poder abordarla desde otro enfoque. En sucesivos artículos iremos viendo más aspectos sobre la misma, y consejos que pueden ayudaros a vivir esta etapa mejor.
Recordad además que:
SEREMOS MÁS AÑOS PADRES Y MADRES DE UN ADULTO QUE DE UN NIÑO.
¡Siempre se está a tiempo de cambiar hacia lo que queremos!